Clementina Suárez

Clementina Suárez
Poeta y Pintora hondureña

lunes, 13 de septiembre de 2010

Poema: La Habitante por Clementina Suárez

Nárrome en días y noches
como si yo misma escuchara mi voz
o ella remota viniera a mí
escapada del círculo de su eco.
Duele su grito ahogado en el desesperado
/pecho
golpeado y desgarrado por amar la
/belleza
y querer por siempre
escribir su nombre en el aire,
como si solamente yo fuera la habitante
de mi desolado mundo.


Esta declaración de pertenencia a un yo
colectivo, a un nosotros, no excluye la angustia
existencial de saberse paralelamente
parte de la otredad, y por lo tanto excluida
de un medio convencional que ofrece una vida
sin sobresaltos, sí, pero también sin belleza,
como lo expresa en el anterior poema.




Flores, Ángel y Kate: Poesía feminista del mundo hispánico
(desde la edad media hasta la actualidad). Antología crítica.
Siglo XXI Editores, México, 1984.

martes, 7 de septiembre de 2010

El aporte de Clementina Suárez a una visión y un proyecto de país

El narrador y filósofo hondureño Roberto Castillo, haciendo referencia a Rafael Heliodoro Valle, ha rescatado la importancia de “una voluntad de hacer que no se doblega ante las carencias, limitaciones o dificultades” como base para la construcción de un “pensamiento propio, vigilante e identificador”.
Podemos afirmar que esa voluntad de hacer es la característica esencial del legado de Clementina Suárez. Poéticamente, le permitió integrarse por derecho propio a la vanguardia, tanto en cuanto al contenido como a su forma de expresión. Su sentido innovador se manifiesta ya desde los años 30, como puede apreciarse en una antología de la época, donde, entre treinta y cinco poetas nacidos entre 1869 y 1910, sobresale por romper con la métrica tradicional y aun la rima asonante. Esta identificación con la vanguardia literaria, así como su capacidad de entender la realidad circundante y su abierta simpatía por los cambios Sociales, la llevaron a reclamar la búsqueda de una identidad nacional, afirmando que el país “ni siquiera ha buscado la propia identidad del hondureño”. No obstante, enmarca acertadamente esta búsqueda en la idea de universalidad: “Todos los días avanzamos aunque sea lentamente y nos concretamos con fuentes ascendentes y renovadoras del mundo entero. Por lo menos actualmente el escritor ya no escribe para Honduras, tiene un sentido más universal”. Conceptos como justicia, lucha y esperanza, que parecen haber naufragado en los mares borrascosos de la posmodernidad.

Como nos podemos dar cuenta este es un mensaje de clementina Suarez y aunque le hizo algunas modificaciones a la poesía tradicional siguió manteniendo esa fuerza y extracto de la buena poesía, al igual nos brinda una exhortación y motivación para hacer las buenas cosas y luchar por alcanzar cualquier cosa que queramos.

(Castillo, Roberto: Filosofía y pensamiento hondureño. Editorial
Universitaria, Tegucigalpa, 2000. P. 119.)

Poesía y praxis social en la obra de Clementina Suárez

La construcción de ese “yo” se manifiesta en algunos de sus primeros poemas como una individualidad melancólica, pasiva, trágica, sin duda, en el marco de la escuela romántica que aún sigue permeando buena parte de la poesía hondureña:

El ruego

Me siento débil y me siento triste
ante la incertidumbre
ante todo lo que existe,
ante ese inmenso vacío
que se abre ante mis pies...
..............................................................
Señor, dadme tu dolor
para ponerlo en mi alma
como una mística flor.

Sin embargo, de la misma época inicial data un poema cuya forma y contenido dan claros indicios de la evolución posterior de la autora, tanto personal como poética e ideológica: Enfilada y firme, espero la hora que desamarre todos los obstáculos y me aviente a los mares de la lucha

El grito
con la alegre capacidad
del que desafiando a la muerte
vence a la vida!
Yo era
una desesperada mariposa
aprisionada en las paredes
de las horas inútiles.
Pero el nuevo grito
llegó por fin a mis oídos
y yo le he abierto los brazos
como a un horizonte de luz
que me señalara
el único puerto de esperanza!
¡Alegría! De los gritos apiñados.
¡Alegría! Del dolor que florece.
¡Alegría! De mis brazos tendidos
al nuevo grito del mundo

( En Castro, Jesús: Antología de poetas hondureños (1869-
1910). Talleres Tipográficos Nacionales, Tegucigalpa, 1939. Pp. 260 -
262.)

Décadas de los 80´s

Se inicia así uno de los períodos más oscuros de la historia hondureña, la década de los 80, caracterizada por la violación de todo principio de soberanía y de las garantías ciudadanas, irónicamente en el marco de un gobierno electo en condiciones de relativa democracia. Entre 1979 y 1989, según los organismos de derechos humanos, más de 187 personas fueron víctimas de desaparición forzada, tortura y asesinato por motivos políticos, y un número considerable de hondureños tuvo que abandonar el país.

Clementina Suárez por su longevidad, sino sobre todo por su sensibilidad poética
y social. A diferencia de algunos de los integrantes de las generaciones literarias a las que perteneció, quienes, en opinión de ella misma, “se acomodaron a las circunstancias”

“Y esa continua defensa de las categorías humanas en función poética ha empujado a Clementina Suárez hacia la leyenda. Dueña de un interminable hilo de rebeldía, ironiza, insulta, en nombre de los intereses sagrados de la verdad en peligro, el escepticismo y la indiferencia, fruto del engaño social sistematizado”.

Como se pudo apreciar la vida de clementina saures se vio rodeada de muchos obstáculos de los cuales tomo la mejor referencia, e incluyo en cada oportunidad su aspecto y contexto social, además describió muy bien cada época de manera que se pueden visualizar mejor.

(Clementina Suárez, en Sosa, Roberto: op. cit. Se hace referencia a
los escritores de las generaciones del 35, 50,65,80 según la clasificación
propuesta por Roberto Sosa).

Yo, tú, ellos, nosotros Clementina Suárez

Yo sé que atrás se quedará mi rostro
pero que mi voz estará siempre en el alba,
que no hay tumba para la férvida palabra
y mucho menos para el canto que va de boca en boca.
Clementina Suárez
“ Clementina Suárez (Premio Nacional
de Literatura 1970) es una de las figuras más
representativas de la poesía hondureña del
siglo XX, tanto por la trascendencia y significado
de su obra misma, como por lo sostenido
de su producción, que inicia en 1930 y no
termina sino hasta tres años antes de morir
asesinada en circunstancias aún no esclarecidas,
en diciembre de 1991; es decir, abarca
seis décadas de la historia literaria y social del
país.
A la importancia de su obra literaria se aúna
su personalidad multifacética y compleja, tan
rica e intensa, que cualquier intento de análisis
conlleva el riesgo de juzgarla sólo parcialmente.
Por su carácter rebelde e iconoclasta,
es posible considerar a Clementina Suárez sólo
desde la perspectiva de la ruptura por sí misma,
como reafirmación del “yo”, en abierto
desafío de los convencionalismos sociales;
pero la verdadera trascendencia de su legado
sólo puede comprenderse en la totalidad de
una acción creadora y vital”
Estudiosos y protagonistas de la historia de la
literatura hondureña han coincidido en el
reconocimiento de la unicidad entre trayectoria
vital y obra en Clementina Suárez. Así lo
apunta, por ejemplo, el poeta Rigoberto Paredes:
“Vida y obra han crecido trenzadas, coyuntadas
por la firme y fecunda pasión de existir,
de perdurar. (...) Desconocer su nombre (...)
sería como privar a nuestras letras y, por qué
no decirlo, a un período significativo de la
actual formación cultural hondureña, de una
voz, de una actitud con caracteres fundacionales.
Vida y obra se erigen, por tanto, en
hitos precursores de una forma de hacer,
de una manera de ser iconoclastas, eclosivas,
sin duda necesarias para potenciar
todo proceso de transformación material
y espiritual”.

Clementina Suarez como se explica anteriormente fue una poeta muy privilegiada al ser testigo de las múltiples facetas que vivió nuestro país a partir de la fecha mencionada, la mayoría de sus obras sobre todo, poesías narran las situaciones presentes, nos llevan al lugar de los hechos reflejándolos claramente, además su personalidad rebelde y compleja hizo enriquecer sus textos al opinar de manera objetiva sobre lo ocurrente.








Paredes, Rigoberto: Nota introductoria, en Suárez, Clementina: Con
mis versos saludo a las generaciones futuras (antología).
Ediciones Paradiso, Tegucigalpa, 1988.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Poema El Combate por: Clementina Suárez

Yo soy un poeta,
un ejército de poetas.
Y hoy quiero escribir un poema,
un poema silbatos
un poema fusiles.
Para pegarlos en las puertas,
en las celdas de las prisiones
en los muros de las escuelas.
Hoy quiero construir y destruir,
levantar en andamios la esperanza.
Despertar al niño,
arcángel de las espadas,
ser relámpago, trueno,
con estatura de héroe
para talar, arrasar,
las podridas raíces de mi pueblo.

Este poema desde el inicio nos muestra una forma expresiva de denotar la guerra y las batallas, ademas de una manera muy explicita nos muestra la mentalidad de las personas al enfrentar estos tipos de problemas, y de una manera sutil dar a conocer los sentimientos reales hacia la patria.

http://www.poemasde.net/combate-clementina-suarez/

Poema Amor Salvaje por: Clementina Suárez

Amor salvaje.
¡Qué bien estás,
desgarrándome toda!
Amor salvaje.
¡Qué bien estás,
amenazando mi vida!
Amor salvaje.
Qué bien estás,
contenido en lo inexplicable.

obras

Corazón Sángrate, escrita en 1930
Los Templos De Fuego, en 1931
De mis sábados el último, en 1931
Iniciales en 1931 en coautoría con los mexicanos Lamberto Alarcón y Emilio Cisneros Canto y el hondureño Martín Paz
Engranajes, poemitas en prosa y en verso, en 1935
Veleros, en 1937
De la desilusión a la esperanza, en 1994
Creciendo con la hierba, en 1957
Canto a la encontrada patria y su héroe
El Poeta y su señales, en 1969
En cada una de estas obras se refleja un trabajo auténtico hondureño, entendible y muy seductor a la lectura.



http://es.wikipedia.org/wiki/Clementina_Su%C3%A1rez

Biografía

Casada con el famoso pintor y escultor José Mejía Vides, Clementina Suárez es uno de los nombres fundamentales de la poesía hondureña de vanguardia.
Clementina Suárez nació en 1903, fue una Bohemia apasionada de los cafés,. Desde muy niña se habituó a ir donde quería y hacer lo que le pareciera. No le molestaba ser la única mujer que frecuentaba el estanco de "Mamá llaca" en el Barrio La Ronda de Tegucigalpa.
Fue una mujer que adoraba la compañía de los hombres en todas las formas, le encantaba estar rodeada de talentos, energía e ideas. De hecho la educación de Clementina era la gente.
A Clementina Suárez se le llamo la "Mujer Nueva" de Honduras. Vestía pantalones cortos y traje de baño; celebraba su cuerpo no sólo en su vida sino también en su poesía. Fue liberada, independiente y franca. Tegucigalpa se escandalizó y se intrigó por ella. Y aunque ella fue la primera mujer que público un libro en Honduras, la gente se interesaba más por sus amantes que por su poesía.(Janeth N. Gold).
Participó con pasión en la vida bohemia de los cafés de la capital. Adoraba la compañía de los hombres en todas las formas. Fue llamada la Mujer Nueva de Honduras. En diciembre de 1991 la delincuencia se ensañó con esta noble Poeta. El Poeta Roberto Sosa le hizo su última entrevista.
Mujer y Poeta. O para ser más cabales con su indivisible condición humana: Mujer Poeta. Clementina Suárez es así: Mujer por la gracia de su sexo, el cual ha sabido enaltecer a niveles muy por encima del consabido muérgano; y Poeta por destinación in claudicable, la única en su género que ha logrado aquí, hasta hoy, ejercer tal oficio con suficiente propiedad y transcendencia.
Si hubiera una sola palabra para extraer su dilatada trayectoria vital, yo propondría: intensidad hasta la última gota de luz que fuera posible. Por eso, Clementina Suárez le ha profesado al tiempo la más legitima de las lealtades: la autenticidad , lo cual supone a despecho de lo establecido no dejarse avasallar por aquél, no prestar obediencia a sus varios y variados fueros. Ella ha vivido para crecer. Su corazón, arma de fuego, ha traspasado limpiamente los carapachos de la fijeza, la rendición o el acatamiento. Vivir intensamente es perdurar, mas sólo perdura lo voluble, lo irreductible, lo desmesurado. Suyas podrían ser estas palabras de la inmortal escritora brasileña Clarice Lispector: "No quiero la terrible limitación del que vive tan sólo de aquello capaz de tener sentido".
De igual manera su poesía no ha sido ajena, en ninguno de sus versos, a tan hermoso destino. Vida y obra han crecido trenzadas, coyuntadas por la firme y fecunda pasión de existir, de perdurar. La obra de Clementina Suárez es, por eso, uno de los testimonios más genuinos y ejemplares que se puede encontrar dentro de la tradición literaria de Honduras. Desconocer su nombre, por mucho efusivo de macho cabrío que abunde en un ambiente como el nuestro, sería como privar a nuestras letras y, por qué no decirlo, a un período significativo de la actual formación cultural hondureña, de una voz, de una actitud con caracteres fundacionales. Vida y obra se erigen, por tanto, en hitos precursores de una forma de hacer, de una manera de ser iconoclastas, eclosivas, sin duda necesarias para potenciar todo proceso de transformación material y espiritual, ha si definía el Poeta Rogoberto Paredes a esta Poeta Hondureña.




Gold, Janet N.: El retrato en el espejo.
Una biografía de Clementina Suárez.
Editorial Guaymuras, Tegucigalpa, 2001.